2/28/2008

Sobre la Destrucción de Zapalinamé


El siguiente mensaje es la respuesta a un correo electrónico (27/02) que difundió la noticia del fraccionamiento del área natural protegida de Zapalinamé, y cuyo único encabezado era la pregunta ¿Y?

Mi estimado amigo,

Como tú, yo me pregunto lo mismo ¿...y?; pues al parecer, en este país vale más la ley que la justicia social. Y las acciones legaloides que pueda ejecutar un juez (¿?), siempre "apegado" a derecho, pesan más que las decisiones del gobierno de todo un Estado, un municipio o incluso una comunidad como la del Valle de Saltillo, de cerca del millón de habitantes, que decidió en 1995 protger su zona boscosa aledaña al área urbana. Pesan más que las 20 mil familias que mes a mes aportan una cantidad promedio de $ 3.00 (tres) pesos en su recibo de agua, para ayudar a proteger ese bosque que nos da este líquido vital, limpia nuestro aire de contaminación, es una biblioteca donde podemos aprender de sus libros representados por plantas y animales que lo forman, y además, nos cobija con su tranquilidad cuando más demandamos paz y esparcimiento, brindando inspiración para filosofar y para alimentar nuestra alma y nuestra inspiración, ... y se ha convertido en constituyente de sueños de niños, jóvenes y adultos coahuilenses. Pesan más que los guardaparques que lo cuidan, los bomberos que apagan sus fuegos eventuales y que los investigadores y científicos que día a día estudiamos y mostramos sus procesos y magestuosidad a nuestros estudiantes de las universidades y a los lectores que nos estudian y aprenden de Zapalinamé en todas partes, a través de artículos y reportes de investigación, y de los pobladores de sus ejidos, a los que, si tiran un árbol para calentars en su humilde vivienda en invierno, se les limita y se les sanciona.

Eso pesa más, como seguramente pesan más las influencias y trucos politicoides del constructor Rodolfo Garza Cavazos, cuyo hijo y esposa demandan su "derecho" a "construir" en una zona que hace doce años fue decretada por toda una sociedad como sujeta a conservación ecológica para las futuras generaciones de coahiulenses, consiguiendo autorización de un juzgado tan obtuso como los Garza Cavazos, que seguramente nunca ha visitado Coahuila, para talar los tan escasos árboles de esta región semidesértica, sus chaparrales y sus matorrales, para dejar al descubierto otras doscientas hectáreas más.

Estas personas ingnorantes dejan pasar por alto los miles de años que la Naturaleza tardó para verdaderamente construir un refugio para los saltillenses y para quienes nos visitan; su bello y único ecosistema de bosques y matorrales protector de muhcas especies endémicas.

Y no sólo eso; ahora esta "gloriosa y justa familia" quiere sentar el precedente de que como no se les avisó que sería decretada zona protegida - lo cual es una grandiosa mentira, pues sí se hizo, además de que se publicó en el periódico oficial que todos leímos, los que estuvimos presentes en el Palacio de Gobierno durante la exposición del decreto y los que no - ellos tienen el "derecho" de destruirla en su único y propio beneficio monetario, con lo que se abriría la puerta para que sucediera lo mismo en todas las demás áreas protegidas de nuestro país, que es, entre paréntesis, poseedor de uno de los porcentajes más bajos de superficie protegida de América Latina.

En este país, desafortunadamente, está dominado por seres cuya visión no alcanza más allá de sus narices, que para tener una cuenta bancaria bien repleta para sus lujos y dispendios, basándose en tasas de interés que ignoran las capacidades de regeneración de los sistemas de soporte de la vida de este tan diezmado Planeta.

Seres ciegos -como el constructor (destructor, diría yo) Garza Cavazos y su familia-, que no quieren ver lo que está ocurriendo con el clima del mundo, los bosques, los mares y las fuentes de materias que nos mantienen vivos, neciamente apoyados en autoridades federales corruptas cuya meta es cumplir con un crecimiento económico comprometido, dentro de un modelo económico del que todo el mundo está convencido que nos está matando, son los que tienen el control y se mantienen en el poder de este país.

Tendríamos que ver si somos capaces, la sociedad civil formada por el resto de los casi un millón de seres conscientes, los que quedamos fuera de ese círculo en nuestra región coahuilense, de poner un alto a este atropello en contra de la Ética Social y de la vida de nuestros ecosistemas y de nuestras generaciones por venir.

... agradezco tu puntual pregunta: ¿... y?

Saludos a todas y a todos.

Honorato C. Teissier Fuentes, Ph.D.